A raíz del reciente triunfo de Daniel Noboa en Ecuador, la atención geopolítica en América Latina se ha intensificado. Diversos analistas advierten que, ante la pérdida de influencia en algunos países, sectores de la izquierda regional —representados por organizaciones como el Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla— estarían concentrando esfuerzos en preservar espacios de poder. El próximo objetivo, aseguran, es Honduras.
A pocos meses de las elecciones presidenciales del 30 de noviembre de 2025, las encuestas posicionan como favorito al exalcalde Nasry Asfura, del Partido Nacional y Ex Alcalde de Tegucigalpa. Sin embargo, desde sectores opositores se denuncia una estrategia para imponer, “al costo que sea”, a Rixi Moncada, candidata del oficialista Partido Libre y actual Ministra de la Defensa.
Caracas es el centro de coordinación para campañas de desestabilización en la región, con el objetivo de favorecer a regímenes afines a la izquierda. Estas acciones incluirían el uso de propaganda disruptiva, creación de conflictos sociales y presiones institucionales, incluso a costa de la vida humana.
Un caso que ha llamado la atención fue expuesto por el diputado Tommy Zambrano, quien denunció que el recién nombrado magistrado Luis Padilla estaría siendo objeto de amenazas por parte de sectores vinculados a la izquierda, con el objetivo de evitar una “transición legítima” del poder. Estas prácticas, denuncian algunos sectores, no son nuevas: se trataría de una estrategia repetida en otros países, donde se ha buscado controlar tribunales, reformar leyes e influir en organismos electorales para consolidar el poder bajo una fachada legal.
Más allá del ámbito político, lo que está en juego son estructuras económicas y de control que, según observadores, han sido utilizadas para facilitar operaciones ilícitas como el narcotráfico, la explotación de recursos naturales, y la adjudicación de contratos marcados por la corrupción y la legitimación de capitales.
En este contexto, Honduras se convierte en un nuevo epicentro de una lucha ideológica, institucional y geopolítica, en la que el futuro democrático de la nación dependerá de la solidez de sus instituciones y de la vigilancia activa de su sociedad civil.
Ivan Simonovis
Analista de Inteligencia/ Investigador Criminal
