
Desde su mediática relación con Cristiano Ronaldo, Georgina Rodríguez ha sido presentada ante el mundo como la joven humilde que conquistó al astro del fútbol con naturalidad y sencillez. Sin embargo, esa narrativa vuelve a tambalear tras las recientes declaraciones de Pablo Boone, un examigo y excompañero de Georgina que asegura que la versión oficial dista mucho de lo que realmente ocurrió.
Según Boone, la famosa escena romántica del “amor a primera vista” en una tienda de lujo en Madrid no fue más que una estrategia para moldear una imagen pública. “Ellos no se conocieron por casualidad. Fue en Opium, una discoteca que ambos frecuentaban. Todo lo demás fue armado después”, dijo el joven en una entrevista con el programa TardeAR.
Boone no solo contradice el relato difundido en entrevistas y en el reality de Georgina en Netflix, sino que también revela que ella ya tenía vínculos con otros famosos antes de Ronaldo. “Estuvo con Santana, con Miguel Ángel Silvestre…”, aseguró. Para él, el interés de Georgina era claro: “Si no hubiera sido Cristiano, habría sido otro con poder o fama”.
La versión que Boone ofrece pinta una escena muy distinta a la de la “Cenicienta moderna”. Relata que, tras comenzar la relación, el equipo de Cristiano intervino para crear una narrativa más conveniente, incluso gestionando trabajos para ella en tiendas como Gucci y Prada. “En Gucci no pudo seguir porque la gente entraba solo a pedirle autógrafos”, afirmó.
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