
La atención pública se desvió del discurso de victoria de Karol Nawrocki, el futuro líder polaco, gracias a la espontaneidad y carisma de su hija, la pequeña Kasia.
Por lapatilla.com
Mientras Nawrocki se dirigía a al público tras los comicios, Kasia, ubicada junto a su padre, se convirtió en el centro de todas las miradas.
La niña comenzó a realizar divertidos gestos y movimientos que captaron la atención de los presentes y de las cámaras, logrando robarse el show por completo. Su actuación improvisada provocó sonrisas y risas entre la audiencia, añadiendo un toque de ligereza y ternura a un momento político trascendental.