
Un antiguo supervolcán en la frontera entre Nevada y Oregón podría contener la clave del futuro energético: litio en cantidades sin precedentes. Este hallazgo podría redefinir el liderazgo global en el sector tecnológico y catapultar el patrimonio de Elon Musk. Pero también plantea interrogantes: ¿quién controlará este recurso? ¿Y a qué costo ambiental? El litio vuelve a estar en el centro de la carrera por dominar el futuro.
Por Gizmodo
El supervolcán que esconde un tesoro estratégico
La Caldera McDermitt, una formación volcánica extinta de más de 45 kilómetros de largo, se ha convertido en epicentro de atención científica y empresarial. Investigaciones recientes estiman que allí podría encontrarse entre 20 y 40 millones de toneladas métricas de litio, lo que lo convertiría en el mayor yacimiento conocido del planeta.
La singularidad geológica del sitio no solo reside en su magnitud, sino en su estructura mineralógica, que facilitaría una extracción más eficiente y menos costosa. En un mundo en transición hacia energías limpias, el litio es esencial para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos y almacenamiento energético, lo que hace de este hallazgo una pieza clave del nuevo tablero energético global.

Aunque el yacimiento se dio a conocer en 2023 gracias a un estudio en Science Advances, su impacto potencial ha crecido con el tiempo. El valor económico estimado ronda los 1,5 billones de dólares.
Musk, Tesla y una jugada con futuro
Tesla ya ha invertido en la construcción de una refinería de litio en Texas, y un acceso directo a este yacimiento podría permitir a Elon Musk reducir su dependencia de proveedores extranjeros. Disponer de una fuente local, masiva y eficiente impactaría directamente en los costes de producción y la estabilidad de su cadena de suministro.
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