
El pasado 8 de abril, el actor Haley Joel Osment, recordado sobre todo por su papel en la película de 1999 El sexto sentido, fue arrestado en un centro de esquí de California por embriaguez pública y posesión de sustancias. Durante su detención, además, Osment profirió insultos racistas a un agente de policía. Ahora un juez ha sentenciado al intérprete, de 37 años, a asistir a tres reuniones semanales de Alcohólicos Anónimos durante los próximos seis meses, además de visitar al menos dos veces por semana a su terapeuta durante el mismo período de tiempo. Así, Osment se libra de una sentencia más dura por parte de juez, tal y como ha informado la revista People en exclusiva y según la cual el actor compareció ante el tribunal el lunes 2 de junio para solicitar esta medida durante un año de tiempo.
Por El País
En su contra, Osment tuvo al fiscal del distrito del condado de Mono, quien se oponía a la solicitud de la defensa alegando, por un lado, una condena anterior del artista por conducir ebrio y, por otro, los insultos racistas contra el oficial de policía que le arrestó. Aunque la oposición del fiscal no se tuvo finalmente en cuenta, ahora el actor tendrá que completar con éxito el pacto con el tribunal para que todos los cargos sean finalmente desestimados. En caso contrario, pasados los seis meses de plazo se reanudará el proceso penal. Esto será el próximo 5 de enero de 2026, cuando el acusado deberá asistir a su cita fijada ya con el juez para someterse a la revisión de cumplimiento de los requisitos que se le exigen.
Sobre los agravios racistas de los que se acusa a Osment durante su detención y que, según TMZ, fueron específicamente insultos judíos, el actor ya emitió una disculpa por el “lenguaje vergonzoso” que utilizó. En un comunicado compartido con People el pasado 17 de abril, el intérprete declaró: “Estoy absolutamente horrorizado por mi comportamiento. Si hubiera sabido que utilicé este lenguaje vergonzoso en pleno desvanecimiento, habría hablado antes”.
Osment, que también ha hablado de las consecuencias devastadoras por haber perdido su casa en Altadena (California) durante los incendios del pasado enero, se pronunciaba además así sobre el comportamiento que le ha llevado ante el juez: “Los últimos meses de pérdida y desplazamiento me han llevado hasta un lugar emocional muy bajo”. Y continuaba, refiriéndose al insulto: “Pero eso no es excusa para usar esta repugnante palabra. Desde el fondo de mi corazón, pido disculpas a absolutamente todas las personas a las que esto ha hecho daño. Lo que salió de mi boca fue basura sin sentido; he defraudado a la comunidad judía y eso me destroza. No pido el perdón de nadie, pero prometo expiar mi terrible error”.
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