
Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, fue trasladado recientemente a la penitenciaría federal ADX Florence, en Colorado, Estados Unidos, donde también se encuentra recluido Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, exlíder del Cártel de Sinaloa.
Por infobae.com
La prisión es considerada la más segura y restrictiva del sistema penitenciario estadounidense y ha sido apodada como la “Alcatraz de las Rocosas”.
Previo a su traslado a la “supermax”, García Luna fue llevado a la penitenciaría USP Lee, en Virginia, una prisión de alta seguridad, luego de que su defensa denunciara condiciones de inseguridad en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, donde fue internado primeramente y donde en los últimos años se han registrado riñas violentas y la muerte de varios internos.

Será entonces en la ADX Florence donde finalmente el ex “superpolicía” cumpla los 38 años y cuatro meses de prisión a los que fue sentenciado por el juez Brian Cogan en octubre de 2024, tras ser declarado culpable por conspiración para el tráfico de drogas, delincuencia organizada y falsedad de declaraciones.
Hasta junio de 2025, según información publicada por el periodista Arturo Ángel en Milenio, la multa impuesta al exfuncionario mexicano de dos millones de dólares no ha sido cubierta, argumentando que carece de recursos para saldar el monto, aunque el juez determinó que existía capacidad económica para cubrirla con base en los estados financieros presentados durante el juicio.
Aislamiento extremo: la vida en ADX Florence
La ADX Florence, ubicada en el desierto de Colorado, fue construida en 1994 para alojar a los internos más peligrosos de Estados Unidos. Reclusos como Guzmán Loera, condenados a cadena perpetua por delitos federales, son mantenidos bajo un régimen de aislamiento severo que limita al mínimo cualquier forma de contacto humano.
Las celdas individuales, de poco más de 2×3 metros, están hechas de concreto reforzado y equipadas únicamente con lo esencial: cama, sanitario, escritorio fijo y regadera automatizada. Los internos pasan 23 horas al día encerrados y solo pueden salir a un patio individual sin contacto visual con otros reclusos. Todo movimiento es vigilado mediante cámaras y las interacciones con personal son mínimas.
Desde su apertura, ningún interno ha logrado escapar de ADX Florence. La prisión fue diseñada precisamente para impedir cualquier fuga: su estructura incluye más de mil puertas de acero controladas a distancia, detectores de movimiento, cámaras de vigilancia y un corredor subterráneo que conecta las celdas con el vestíbulo principal, sin acceso directo al exterior.
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