
Después de ocho años viviendo y trabajando en Trinidad y Tobago, la venezolana Skarlitt Martínez, de 34 años, encontró el éxito en su tierra natal, Tucupita, con una iniciativa culinaria que ha conquistado paladares: la venta de «doubles» al estilo trinitense.
Por Newsday / Traducción libre al castellano por lapatilla.com
Este emprendimiento, iniciado con sus dos hijos, ha sido un rotundo éxito y le ha permitido a Martínez evitar tener que emigrar nuevamente.
En declaraciones a Newsday vía WhatsApp, Martínez relató que el 25 de junio comenzó a vender «doubles» a amigos y vecinos de su comunidad. «Tuve que regresar a Venezuela porque necesitaba una cirugía. Eso en Trinidad y Tobago significaría estar fuera del trabajo indefinidamente, y no puedo permitirme ese lujo. Soy madre soltera y tuve que tomar la mejor decisión para mis hijos. Ellos me apoyaron en todo momento, y aquí estamos juntos, tratando de salir adelante con un trabajo honesto», explicó.

Durante su estancia de ocho años en Trinidad y Tobago, donde vivió cuatro años en Rio Claro y otros cuatro en Arima, Skarlitt se sumergió en la gastronomía local. «Durante ese tiempo, aprendí todo sobre la comida trinitense. Trabajé en el restaurante The Cutting Block en Eddie Hart Savannah, Tacarigua», comentó. Su especialidad era precisamente la preparación de «doubles» para los clientes del restaurante, lo que la inspiró a iniciar este negocio en Venezuela.
Los «doubles» se preparan exactamente como en Trinidad y Tobago y se venden a un dólar estadounidense cada uno. «Cocinamos todo como en Trinidad y Tobago. Agregamos channa, pepino, chadon beni, salsa de tamarindo, salsa de mango, salsa picante, salsa de chile, pollo o carne», detalló. Debido al gran éxito, Martínez está considerando añadir pato y camarones a su menú.

La demanda es tal que, según sus palabras, puede vender hasta 250 «doubles» al día. «Abrimos un espacio en el porche de mi casa en la comunidad de Monte Calvario, Tucupita. Los clientes llegan aquí a diario, ya preguntando cuándo comenzaremos a vender», afirmó.
Para asegurar la autenticidad del sabor, Martínez incluso ha logrado obtener condimentos de Trinidad y Tobago, que se venden en su ciudad debido a la proximidad entre ambos países. «Hay mucha gente aquí que pide condimentos de Trinidad y Tobago y los vende regularmente. Debo enfatizar que el sabor de los condimentos trinitenses es mejor que los que se venden actualmente en mi país», subrayó.

Entre sus clientes habituales se encuentran venezolanos curiosos por probar los «doubles», así como trinitenses y guyaneses que residen actualmente en Tucupita. «Podría haber empezado a vender empanadas o platos típicos venezolanos, pero quería hacer algo diferente y pensé en los ‘doubles’. A muchos venezolanos que han vivido en Trinidad y Tobago les encanta y extrañan la comida. Realmente ha sido una idea maravillosa que, gracias a Dios, hemos podido hacer realidad», expresó.
Además de los «doubles», Skarlitt Martínez también aprendió a cocinar pollo a la barbacoa, pholourie, patas de pollo con limón, dhalpuri, buss-up-shut roti, cerdo asado, ensalada de macarrones, ensalada de patatas, entre otros platos trinitenses. «Estamos pensando en ir más allá. Queremos preparar estos platos para el almuerzo para que los clientes puedan elegir según su gusto», reveló.

Martínez confía en que con su pequeño negocio no solo puede ayudar a su familia, sino también complacer paladares y ofrecer una propuesta culinaria diferente. «Sé que podemos ofrecer más con trabajo duro y dedicación. Doy gracias a Dios y a los clientes que nos apoyan a diario, y a Trinidad y Tobago por enseñarme una parte de su cultura que ahora puedo mostrar en mi propio país», concluyó.