La Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (VEPPEX) pidió este viernes «medidas más contundentes» tras la nueva recompensa de 50 millones de dólares del Gobierno estadounidense por la captura del gobernante de Venezuela, Nicolás Maduro.
La asociación con sede en Florida, donde está la mayor diáspora venezolana en Estados Unidos, consideró un «paso crucial» que la Administración de Donald Trump haya duplicado la recompensa por el arresto de Maduro, pero matizó «que esta acción debe ir acompañada de medidas más contundentes».
VEPPEX instó en un pronunciamiento a la «comunidad internacional a implementar acciones militares y policiales coordinadas para neutralizar a Nicolás Maduro, a Diosdado Cabello (el ministro del Interior) y su red criminal, garantizando que sean llevados ante la justicia por sus crímenes de narcotráfico y contra la humanidad».
«Asimismo, exhortamos a la ejecución de operaciones estratégicas que desmantelen las estructuras de poder que sostienen al régimen, incluyendo la cooperación entre agencias internacionales para la captura de estos criminales y la desarticulación de las redes de narcotráfico que operan bajo su amparo», declaró.
La agrupación agradeció el anuncio del jueves de la fiscal general estadounidense, Pam Bondi, quien duplicó la recompensa para capturar a Maduro que Estados Unidos había fijado en 25 millones de dólares en 2020, durante la primera presidencia de Trump, por delitos de narcotráfico y terrorismo.
Bondi también reveló que el Departamento de Justicia ha confiscado más de 700 millones de dólares en activos vinculados a Maduro, así como dos aviones privados y nueve vehículos.
El anuncio levantó aplausos de venezolanos y legisladores en Florida, donde residen casi la mitad, el 49 %, de los cerca de 770.000 venezolanos que hay en Estados Unidos, la mayoría llegados desde la década de 2010, en la que Maduro asumió el poder.
El congresista federal Mario Díaz-Balart sostuvo que esta decisión «demuestra» el «firme compromiso» de la Administración Trump con «la justicia y el Estado de derecho al hacer rendir cuentas a esbirros narcodictadores como Nicolás Maduro».
El legislador recordó que Washington considera al líder chavista «como cabecilla del grupo criminal y terrorista» del Cártel de los Soles, además de vincularlo «con pandillas salvajes como el Tren de Aragua, que representan una amenaza directa a la paz y la seguridad de Estados Unidos».
«Estados Unidos no se quedará parada mientras Maduro intenta inundar nuestro país con drogas y aterroriza a las personas de Venezuela», declaró a su vez la senadora Ashley Moody, de Florida.
Además de la «presión internacional», VEPPEX hizo un «llamado urgente» a los militares venezolanos, al advertir de «un momento decisivo para que las Fuerzas Armadas de Venezuela se alineen con el pueblo y contribuyan al fin de la dictadura». EFE