Ya son 119 días. Más de tres meses. Casi cuatro. Ese es el tiempo desgarrador que ha transcurrido desde que Rory Branker fue visto por última vez, sumido en una situación que sus allegados califican de detención injusta y desaparición forzada. El silencio en torno a su paradero y las circunstancias de su ausencia se ha vuelto ensordecedor, alimentando la angustia de quienes exigen una única cosa: respuestas.
Por lapatilla.com
¿Dónde está Rory Branker? ¿Por qué una persona puede desaparecer en pleno siglo XXI, dejando a su familia y amigos en una agonía constante de incertidumbre? Esta situación no solo representa un drama humano particular, sino que también pone de manifiesto una profunda preocupación por el respeto a los derechos fundamentales. Mantener a alguien detenido arbitrariamente y, peor aún, incomunicado, va en contra de todo principio de justicia y humanidad.
La madre de Rory, Cheryl Ann Branker, ha sido incansable en la búsqueda de su hijo, enfrentando la incertidumbre y el dolor ante la falta de respuestas de las autoridades.
Hasta la fecha, el único funcionario que ha hecho referencia pública a Rory ha sido Diosdado Cabello, quien lo mencionó en su programa televisivo, sin ofrecer detalles claros sobre su situación ni paradero.
Reconocimiento nacional e internacional
El caso de Rory Branker ha sido ampliamente denunciado y reconocido tanto a nivel nacional como internacional.
Organizaciones como la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH, la Federación Internacional de Periodistas, y ONG como el Comité por la Libertad de los Presos Políticos, Justicia Encuentro y Perdón y Un Mundo Sin Mordaza han exigido su liberación y denunciado la violación de sus derechos humanos.
Además, el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas de la ONU y la Cruz Roja en Venezuela están al tanto del caso, en el contexto de un patrón represivo documentado en el país.
Obstrucción judicial y violaciones legales
A pesar de los esfuerzos legales de la familia y organizaciones como Foro Penal, el recurso de habeas corpus presentado para exigir la aparición de Rory no fue aceptado y permanece en estatus de “verificando”, sin avance alguno. De igual manera, Tribunales y Fiscalía han negado información y acceso a la justicia, perpetuando la impunidad y el sufrimiento de su familia.
La desaparición forzada de Rory Branker es una grave violación de derechos humanos y un claro abuso de poder, que evidencia el deterioro del Estado de derecho y la persecución contra la prensa libre en Venezuela.
La exigencia es clara y unánime: la liberación inmediata de Rory Branker y el esclarecimiento total de su paradero. Cada día que pasa sin información es un día más de injusticia y de sufrimiento para sus seres queridos.
La sociedad, la comunidad y los organismos internacionales deben unirse a este clamor para asegurar que Rory sea devuelto a su hogar y que se haga justicia. Su caso es un recordatorio urgente de que nadie debería enfrentar una desaparición forzada.