
A eso de las 2 de la tarde del 9 de junio, Margarita T. deambulaba por la tienda Home Depot, en la ciudad de Whittier. Ella se detuvo en las esquinas de Washington Boulevard y Lambert Road durante unos minutos, para luego regresar al estacionamiento del almacén y caminar hacia la entrada.
“Estoy en busca de mi esposo. No me contesta al celular”, dijo con muecas desencajadas.
Durante un día normal, esta cadena de tiendas minoristas se llena de jornaleros en las esquinas mientras se pueden observar personas vendiendo fruta desde sus camionetas. En esta ocasión, el lugar estaba desértico, por lo menos de estos servicios.
Margarita, madre de tres hijos menores de edad, buscaba desesperadamente a su esposo, Alejandro, quien teme haya sido detenido durante una reciente redada de ICE en la zona este 9 de junio.
“Solamente me dijo que ya se iba a buscar trabajo. Nos dimos un beso y salió, pero no me contesta a mi celular”, dijo Margarita, quien no quiso dar sus datos por temor.
“Si mi esposo no llega a casa esta noche. Tendré que empezar a llamar a los centros de detención de inmigracion y conseguir un abogado. Siento un nudo en la garganta”, dijo la señora.
La redada, parte de una serie de operativos coordinados en todo California, ha dejado a muchas familias en estado de shock.
Margarita vio a Alejandro por última vez en su casa esa mañana temprano.
Ese mismo día, un pequeño grupo de manifestantes se reunió frente a la tienda.
Lea más en Los Ángeles Times