María Alexandra Gómez lamentó este sábado que su esposo, el gendarme argentino Nahuel Gallo, detenido arbitrariamente por Nicolás Maduro en Venezuela, no estuviera en la lista de los presos políticos recientemente liberados.
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«Cómo me hubiese gustado que esta pesadilla hubiese acabado ayer, pero no. Nos siguen hiriendo días tras día», expresó Gómez en sus redes sociales.
«Nahuel sigue en desaparición forzada en Venezuela y se suman 223 días sin explicación a tanta maldad», alertó la mujer venezolana, quien se encuentra en el exilio.
«No tengo palabras, mi corazón sigue igual de roto, pero agradezco a Dios que esos ciudadanos americanos hayan vuelto a su hogar, que la pesadilla que vivieron por más de nueve meses ya acabó. Sigo orando para que Dios me escuche y permita que Nahuel esté junto a nosotros otra vez», agregó Gómez, quien preguntó a la comunidad internacional «¿por qué tanto silencio ante todas estas violaciones a los derechos humanos?»
