En un nuevo episodio de La Fórmula Podcast, Sergio Fernández, experto en desarrollo personal, educación financiera y transformación vital, compartió su visión sobre las cuatro dimensiones esenciales del ser humano y explicó por qué solo cuando estas energías están alineadas es posible construir una vida plena y con propósito.
Por Infobae
Con ejemplos concretos, explicó del valor de contarse la verdad sin anestesia, de diseñar planes a largo plazo para alcanzar libertad financiera y de cómo el interés compuesto, la alimentación, el sueño y el entorno, pueden ser aliados o enemigos del crecimiento. Además, enumeró los patrones inconscientes con los que nos relacionamos con el dinero y reflexionó sobre el verdadero significado del éxito, la abundancia y el esfuerzo. El episodio completo ya está disponible en Spotify y YouTube.
Sergio es fundador y director del Instituto Pensamiento Positivo, así como de seminarios como Vivir sin jefe, Vivir con abundancia y Vivir con propósito. También lidera dos programas de formación con estudiantes de 30 países: Máster de Emprendedores y Máster de Desarrollo Personal; presenta el programa de radio y podcast Pensamiento Positivo, uno de los primeros espacios de difusión de estas temáticas en España. Como escritor, su obra Vivir sin jefe (2009) se ha convertido en un texto de referencia para emprendedores, con más de 30 ediciones y traducciones a cuatro idiomas. Es también autor de Vivir sin miedos y Vivir con abundancia, además de coautor de la fábula El Sorprendedor y de Misión Emprender.
— Hablas de cuatro dimensiones del ser humano, me encantaría que me cuentes cuáles son, por qué vale la pena trabajarlas y cómo las desarrollas tú.
— Un ser humano tiene cuatro dimensiones al menos: la dimensión física, el cuerpo, si el cuerpo no está en orden, todo lo demás falla. La energía física es la que sostiene el resto y normalmente está en la salud y en el dinero. Cuando las personas quieren hacer un proceso de transformación, yo siempre digo: no vas a transformar tu día si lo físico no lo sostiene, esto es bastante obvio pero se nos olvida. Entonces, si estás en un proceso de transformar tu vida porque quieres encontrar pareja o te estás divorciando, quieres ganar más dinero, quieres conquistar la libertad financiera o quieres emprender, la energía física tiene que estar impolutamente cuidada. Luego, está la intelectual. Tú no puedes transformar una vida ni puedes vivir mejor si no aprendes a pensar de una manera diferente, cambia tu manera de pensar y cambiarás tu resultado. Muchas veces intentamos encontrar soluciones en lo emocional, pero la solución se encuentra cuando hay un cambio de idea. “Me encuentro muy mal porque…”, que cada uno acabe la frase, pero te encuentras muy mal porque hay unas ideas, la energía intelectual, que te están llevando a hacer unas cosas de una determinada manera que no funciona, entonces cuando queremos hacer un cambio de vida necesitamos nuevas ideas, energía intelectual.
Energía emocional son las relaciones con tu pareja si la tienes, con tu familia, tus hijos, tus padres, tus amigos, tus seres queridos, las comunidades de las que participas, la energía emocional es fundamental para sentirnos bien, de hecho hay evidencia científica de que el mayor factor que va a determinar que una persona tenga salud a los 80 es que tenga buenas relaciones, energía emocional a los 50. Y por último, la energía espiritual, que esto hay muchas personas que les pone los pelos de punta, pero básicamente cualquier persona que se haya detenido a observar el planeta más de cinco minutos se habrá dado cuenta de que somos algo más que un trozo de carne que se mueve en el espacio tiempo, entonces cuando tú integras la energía espiritual, la parte trascendente de tu vida, eres capaz de ver la vida con otros ojos y de dotarla de sentido y de propósito. Entonces, cuando tú pones foco a las cuatro, tu vida funciona bien, cuando tú no le pones foco a las cuatro, aquella a la que no le pones foco, echará abajo a las demás. Por lo tanto, yo creo que parte de la clave de todo esto es atreverte a contarte la verdad y a hacer un diagnóstico de lo que está pasando.
Contarte verdades si estás viviendo donde quieres vivir, si tienes familia o no porque te la puedes pagar o no, ahora mismo hay mucha gente que dice que es clase media, pero es clase pobre y es mejor contárselo. Yo me lo conté, no tengo ningún problema en decirlo porque si tú no puedes sostener a unos hijos, no puedes tener el coche que quieres, no puedes vivir donde quieres, no eres clase media, chaval, eres clase pobre, pero lo mejor es que te lo cuentes. Lo primero es contarte verdad e insisto, no todo el mundo necesita tres yates en Ibiza, ni una casa de mil metros cuadrados, pero sí contarte verdad de qué es lo que quieres y a partir de ahí empezar a hacer el camino porque toda la felicidad no viene de ningún sitio sino de estar en camino hacia ir a algún sitio, la felicidad está en la antesala de la felicidad.
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