
Un grupo de jóvenes analistas y asociados de la firma de inversión Robert W. Baird, ubicada en el Medio Oeste de Estados Unidos, afrontaba jornadas laborales que superaban las 110 horas semanales cuando, a mediados del año pasado, fueron convocados a una reunión que inicialmente parecía ser una celebración por su esfuerzo. Según informó The Wall Street Journal, varios de los asistentes asumieron que se trataba de un reconocimiento por los éxitos logrados al cerrar acuerdos en el equipo de industriales de la empresa. Sin embargo, lejos de ser un evento de agradecimiento, el encuentro sirvió para que los gerentes les exigieran mayores niveles de desempeño.
Por Infobae
Algunos de los empleados, agotados tras semanas de trabajo hasta las 4 de la madrugada, manifestaron su inconformidad con la carga laboral. Según fuentes citadas por The Wall Street Journal, los gerentes respondieron que los jóvenes debían trabajar con mayor eficiencia y aprovechar mejor su tiempo. La situación se enmarcó dentro de un contexto de presión laboral intensificada en esta firma de más de un siglo de historia, y reflejó una dinámica que parece ser habitual en varios bancos de inversión.
Las jornadas laborales excesivas, que en muchos casos implicaban más de 20 horas diarias, llevaron a que dos empleados del equipo fueran hospitalizados en 2024 tras experimentar problemas de salud relacionados con el estrés y el agotamiento. Una de estas personas, según informó el medio, había presentado quejas ante recursos humanos expresando que la carga laboral era insostenible. Pese a las advertencias, la situación no mejoró y el empleado terminó desarrollando un fallo pancreático, lo que los médicos vincularon al intenso nivel de trabajo. No obstante, el empleado fue despedido poco después debido a un supuesto bajo rendimiento laboral.
Las críticas a las condiciones en Baird cobraron visibilidad pública este mes, cuando un post anónimo en el foro digital Wall Street Oasis describió la situación de los analistas y asociados como “despreciable”. Según este mensaje difundido ampliamente, los jóvenes empleados eran tratados como “escoria”. De acuerdo con The Wall Street Journal, el contenido atrajo cientos de comentarios de personas que compartieron experiencias similares en esta y otras firmas del sector financiero.
Lea más en Infobae