
Elon Musk suele acaparar titulares con cohetes, autos eléctricos o experimentos de inteligencia artificial. Sin embargo, sus últimas palabras no miran al espacio ni a la tecnología, sino a algo mucho más básico: la capacidad de la humanidad para seguir existiendo. El empresario lanzó una advertencia que no se escucha todos los días: el fin de la humanidad podría llegar no con una catástrofe espectacular, sino con el simple colapso de la natalidad.
Por Gizmodo
Una crisis demográfica que Musk ve como irreversible
En su plataforma X, Musk escribió una frase que funciona como sentencia: “Si dejamos de tener bebés humanos, ya no habrá más humanidad”. Lo evidente en el plano lógico adquiere un matiz inquietante cuando se apoya en cifras que muestran un declive global constante desde mediados del siglo XX.
Según datos de Naciones Unidas y de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., la tasa de natalidad mundial en 2023 se situó en 2,15. Estados Unidos descendió hasta 1,62 y Corea del Sur marcó un alarmante 0,72. Para Musk, esas cifras no son meros indicadores: son señales de un futuro en el que la economía, la cultura y hasta la supervivencia de naciones enteras podrían venirse abajo.
Japón, el espejo del futuro que preocupa a Musk
Entre todos los ejemplos, Japón ocupa un lugar central en sus advertencias. Musk ha señalado que el país “podría dejar de existir” si la natalidad no logra superar la mortalidad. Lo que parece una exageración en boca de un magnate adquiere otra dimensión al observar el envejecimiento acelerado de la sociedad japonesa y la dificultad para revertir esa curva.
Para Musk, la desaparición de Japón no sería solo una tragedia local: representaría la pérdida de una potencia tecnológica, cultural y social que ha marcado el rumbo del planeta durante décadas. Es, en definitiva, un aviso de lo que podría ocurrir en otras regiones si la tendencia no cambia.
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