
Elon Musk, una figura que jamás pasa desapercibida, ha vuelto a encender las alarmas mediáticas. Esta vez, sus declaraciones recientes sobre el estado de Tesla y su comportamiento durante entrevistas han generado controversia. Mientras intenta calmar a los mercados, sus afirmaciones son puestas en duda por datos concretos. Entre confrontaciones, cifras incoherentes y posibles sanciones, el escenario se torna cada vez más complejo para el empresario.
Por Gizmodo
Una reacción que incendia la conversación
Durante una entrevista con la periodista británica Mishal Husain, Elon Musk mostró una actitud defensiva que rápidamente se tornó ofensiva. Ante preguntas incisivas, el magnate no dudó en compararla con un “NPC” (personaje no jugable de videojuegos), una referencia despectiva que refleja un claro intento de desacreditar a su interlocutora. Sin embargo, lo que más preocupa no es solo su tono, sino las declaraciones que ofreció poco después en un foro internacional.
El mismo día, en el Foro Económico de Qatar en Doha, Musk aseguró que las ventas de Tesla se mantenían sólidas globalmente, salvo en Europa. “No esperamos una baja significativa en nuestras ventas”, afirmó, en lo que parecía un intento de tranquilizar a los inversores. Pero ¿qué tan verídicas son esas palabras?
Las cifras que desmienten el discurso
De acuerdo con el sitio especializado Electrek, la narrativa optimista de Musk contrasta fuertemente con los números. En China, uno de los mercados más importantes para Tesla, las ventas del segundo trimestre fueron incluso inferiores a las del año anterior: 36.440 vehículos frente a los 48.805 del mismo periodo de 2024. En el primer trimestre, la caída también fue notable.
Estos datos llegan justo cuando la empresa lanza agresivas promociones, como préstamos al 0 % cubiertos por la propia Tesla, en un intento de reactivar la demanda del Model 3 y Model Y. La pregunta es inevitable: si todo marcha tan bien, ¿por qué ofrecer incentivos tan extremos?
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