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viernes 6 de junio 2025
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El "porque me da la gana": okupas también instalados en la USBOpiniónpor William Anseume

El «porque me da la gana»: okupas también instalados en la USB, por William Anseume

Esta semana acudimos al tribunal que aceptó la demanda de nuestro Instituto de Previsión del Profesorado (IPP-USB), debido al abusivo despojo de los espacios impuesto por las autoridades interinas, o, más precisamente, por el rector interino. La defensa pirata, tal vez bajo algunas seguridades que desconocemos, basó su «defensa» en falacias, en carencias de fundamentos, de demostraciones. En desubicaciones. No parecen, por tanto, o por tan poco, mejor, universitarios o representantes de una tan digna universidad como la nuestra. Después, vinieron las insolencias. Pero ese es otro cantar humano muy desafinado y desatinado, bajezas indecibles.

No es el primer hecho ocurrido con las mismas o muy similares características. Porque, cuando el despojo de la Casa del Profesor, había la obligación taxativa de indicar las causas que motivaban la rescisión del contrato y su demostración. La cartita escueta del interino careció por completo de sustento alguno, contraviniendo expresamente la cláusula respectiva del comodato. Reincidencia nociva, abusiva, en una universidad y en cualquier lado. Aún así, obligamos que el asunto fuera conocido en el Consejo Directivo, el que debía obligatoriamente decidir en la materia. Esquivo, por razones obvias de irracionales aplaudidores.

Luego, la guinda de la megatorta. De manera inconsulta con la comunidad universitaria, el rector interino tuvo la lucidez enviada de quien sabe cuál planeta para modificar el reglamento general de la USB. Invoca para ello, no se rían por favor, que es serio, la Autonomía Universitaria. Razona señalando una supuesta vía expedita para la realización de elecciones, como si tontos fuéramos e ignoráramos, como ígnaros universitarios, la in-«existencia» de un Consejo Superior en la USB que debe decidir previamente la modificación planteada sobre hasta su misma estructura y conformación. Saltarse ese paso, previo a cualquier otro avance o proceder en la materia, constituiría otro atropello, más gigantesco, a la institución. Esa que sí clama elecciones inmediatas e indispensables de autoridades, pero que no desconoce el contexto autoritario en el que nos encontramos, evidentemente.

Las autoridades interinas, carentes de legitimidad, ya que fueron designadas para cubrir un periodo de 180 días con el fin último, y casi único, de convocar elecciones, siguen aferradas a su permanencia indebida también, porque más que representantes de un conglomerado universitario representan otros innominados intereses. La UCV, por ejemplo, la única que realizó elecciones rectorales, desde su Consejo Directivo, ha defendido a los universitarios presos políticos, y, más recientemente, los sueldos, a sabiendas de que sin ellos la academia se quebranta mucho más de lo que ya está. Los interinos de nuestra USB, no solo no defienden los intereses básicos de la institución sino que persiguen a los colegas que buscan y consiguen otros trabajos para comer y para seguir financiando con sus trabajos la institución, les obligan a cambiar de dedicación, que solo significa dos o tres churupos extras y hasta a la renuncia. ¿Se entiende?

Abusos de autoridad, extralimitación de funciones, persecución, acoso laboral, están a la orden del día, mientras la universidad se derrumba, física y académicamente en sus manos. Urgen las elecciones en la nuestra y las demás universidades. La demanda por los espacios que ocupaba el IPP fue aceptada por el tribunal justamente por carecer de fundamento el abusivo despojo. Es inmotivada la acción de rescisión del comodato. Ante eso no existe otra opción. Si todo es «normal», el IPP debería alzarse con la victoria en este reclamo público y notorio, legal. Sabemos. Sería un modo extraordinario de contener los desmanes de quienes no son ni serían jamás electos desde la USB. El tiempo, ahora o después, nos dará la razón. Allí están los espacios sin uso alguno ahora. Demostración del espíritu retaliativo de quienes lo despojaron. Okupas sin motivación alguna, más allá del porque me da la gana de los autoritarios sin autoridad alguna.

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