
«¿Tiene información que pueda conducir a su arresto o condena?». La Embajada de EEUU en Venezuela se lanzó ayer a multiplicar el efecto de la recompensa anunciada horas antes en Washington: la «cabeza» de Nicolás Maduro cuesta 50 millones de dólares, el doble de su precio inicial. El Departamento de Estado y el Departamento de Justicia unieron sus fuerzas para ofrecer la mayor recompensa de su historia, el doble de la propuesta por la captura de Osama Bin Laden o Sadam Hussein.
Por El Mundo
La embajada en Caracas no dudó en sumar a la misma ecuación a los dos jerarcas más poderosos de la revolución: el ministro Diosdado Cabello (25 millones) y el general Vladimir Padrino López (15 millones), ministro de Defensa y jefe del Bloque Militar Revolucionario, fundamental para mantener en el poder a sangre y fuego al candidato derrotado en las presidenciales del año pasado.
Entre los tres, más de 77 millones de euros. El Gobierno estadounidense considera que Maduro, protagonista del mayor fraude electoral de la historia de América Latina, «ha liderado durante una década el Cártel de los Soles, responsable del tráfico de drogas hacia EEUU». Incluso ha puesto cifras a la supuesta actividad del mandamás bolivariano: la Agencia Antidrogas DEA ha decomisado 30 toneladas de cocaína vinculadas a Maduro y a su círculo cercano, de las cuales siete están asociadas directamente al mandatario.
El juego comenzó a cambiar para Maduro cuando Washington designó hace dos semanas al Cártel de los Soles como una organización terrorista. Este grupo ilegal, cuyo nombre proviene de los soles que adornan las charreteras de los uniformes militares, no funciona como un cártel al uso, sino que se trata de redes en las que participan jerarcas militares para beneficiarse del tráfico de cocaína.
El nudo se tensó aún más cuando The New York Times filtró ayer que Donald Trump había ordenado al Pentágono, de forma secreta, utilizar la fuerza militar contra cárteles latinoamericanos.
«El reino del terror continúa. (Maduro) es uno de los narcotraficantes más grandes del mundo y una amenaza activa para nuestra seguridad nacional», subrayó Pamela Bondi, fiscal general de EEUU, al dar a conocer la recompensa del presidente de facto.
«Desde 2020, Maduro ha sofocado la democracia y se ha aferrado al poder en Venezuela. Maduro afirmó haber ganado las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, pero no presentó ninguna prueba de ello. EEUU se ha negado a reconocer a Maduro como ganador de las elecciones de 2024 y no lo reconoce como presidente de Venezuela», certificaron en su comunicado ambos departamentos gubernamentales.
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