
En los confines del delta del Paraná, la naturaleza ha dibujado una figura que parece sacada de un diseño humano: un círculo perfecto flotando sobre el agua. Conocido como El Ojo, este enigmático fenómeno combina precisión geométrica y movimiento autónomo, y su existencia plantea preguntas que la ciencia aún no puede responder por completo.
Por: Gizmodo
Un círculo perfecto que desafía la lógica
En el corazón de un lago poco explorado, El Ojo se extiende como una masa vegetal de 118 metros de diámetro que rota lentamente sobre sí misma. Su flotación libre y su capacidad para moldear el perímetro acuático con un movimiento casi perpetuo la convierten en una rareza natural. Aunque algunos la comparan con los discos de hielo de ríos boreales, el fenómeno sorprende por darse en un clima templado y en un ecosistema repleto de materia orgánica en constante cambio.
Hipótesis científicas y relatos locales
Desde que el cineasta Sergio Neuspiller la documentara en 2016, diversas teorías han intentado explicar su origen. Se habla de corrientes subacuáticas, presión del viento o distribución irregular del peso de la vegetación. Sin embargo, ninguna ha sido probada. En paralelo, comunidades amazónicas han descrito formaciones similares conocidas como matupás, rodeadas de leyendas que las vinculan con criaturas míticas como la cobra grande.
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