
Conductores de camiones comerciales que atraviesan la frontera de México a California no temen la nueva exigencia de la Administración Trump sobre el dominio del inglés para conservar sus empleos en EE.UU. porque consideran que ya saben lo suficiente o están aprendiendo el idioma, según dijeron a EFE.
En el puerto de entrada de Otay Mesa (California), donde en promedio diario cruzan unos 4.000 camiones comerciales de México a Estados Unidos, los conductores entrevistados se mostraron confiados porque además muchos hablan español en los trayectos que recorren y creen que no se puede paralizar ese multimillonario comercio fronterizo.
Donaciano Arellano, un conductor comercial con 15 años de experiencia, dijo que sabe el idioma «en un 40, 45 por ciento», y eso es suficiente para que desempeñe satisfactoriamente su trabajo, sin haber tenido problemas a lo largo de su carrera.
«No hablo mucho inglés si se compara con el de alguien que nació, creció y estudió aquí, casi todo el inglés que yo hablo todos los días se relaciona con mi trabajo, desde entender y responde bien a los oficiales (de Aduanas y Protección Fronteriza, CBP), a seguir señalamientos, instrucciones, adecuarme a cambios en las carreteras», ahondó.
Las únicas interacciones de Arellano en inglés fuera de su trabajo cotidiano son para comprar alimentos y recargar combustible en el trayecto por las carreteras estadounidenses, algo que puede hacer desde hace años.
Por eso él no se siente afectado por la orden ejecutiva del presidente Donald Trump, que entró en vigencia la semana pasada, que establece multas de hasta 10.000 dólares e incluso la revocación de la licencia a los conductores que no demuestren que hablan el lenguaje con fluidez.
Para Arellano, uno de los problemas de la Casa Blanca al emitir estas órdenes «es que no se conocen bien» las circunstancias en la frontera y de los camioneros. «De aquí (Otay Mesa) a Los Ángeles, todo mundo habla español; es diferente en el norte de California y los estados de Oregon, Washington, Idaho, Nevada, donde si hay que hablar inglés», explica.
El puerto de entrada de Otay Mesa registra al año más de 1,2 millones de cruces de camiones comerciales del total de 7 millones que pasan de México a Estados Unidos, de acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
«No pueden frenar el comercio»
Varios camioneros entrevistados por EFE creen difícil que Estados Unidos vaya a frenar tal volumen de conductores comerciales si exige niveles avanzados de dominio del inglés, lo que afectaría la entrega de cargamentos esenciales, como medicamentos y alimentos perecederos, también componentes electrónicos, partes automotrices, autos nuevos terminados de ensamblar, que llegan desde México.
El año pasado México exportó en camiones comerciales a Estados Unidos el equivalente a 163.400 millones de dólares, de acuerdo con cifras oficiales.
De cualquier forma, las empresas han aceptado la nueva regulación sin más problema y están ayudando a los conductores, según contó a EFE Andrés, un conductor que no quiso revelar su apellido. El mexicano es uno de tres camioneros que traslada mercancía por la frontera para supermercados El Florido, que ya les avisó que les dará clases de inglés necesario para trabajar.
Por su parte, Miguel Duarte, quien recorre el estado de California desde hace seis años, dijo que habla inglés «como en un 40 %» enfocado en su trabajo.
El Departamento del Transporte argumenta que los camioneros deben entender los señalamientos en inglés, a lo que Duarte responde que «claro que los entendemos, si no, tendríamos muchos accidentes y no ha sido así».
De hecho, en las últimas tres décadas las autoridades aduanales no tienen una sola queja o registrado un accidente debido al dominio limitado de conductores de camiones comerciales.
Los transportadores recordaron que los camiones comerciales mexicanos que recorren carreteras estadounidenses ya cubren desde 1995 todos los requisitos de seguridad que exige Estados Unidos, como parte del antiguo Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA). EFE