El presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, lamentó este viernes el prolongado silencio diplomático que se mantuvo durante meses ante el asedio de la embajada argentina en Caracas, ordenado por Nicolás Maduro.
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«Más que reprocharles, es manifestarles nuestra sorpresa porque una situación como esta haya permanecido silente. Mucha gente que ha debido haber expresado de alguna forma su parecer en este sentido», comentó González al ser entrevistado por la periodista Jessica Vallenilla para el programa En la mira con La Katuar.
«Por ejemplo, el mismo Nuncio Apostólico, el decano del Cuerpo Diplomático, ha podido haber expresado alguna situación allí con este asunto. Porque se trata de una sede diplomática en la Embajada de Argentina en Caracas. Y hubo mucho silencio por parte de muchísimas otras embajadas. Así que sí, eso forma parte de las cuentas que uno tiene que tomar para próximas oportunidades», añadió el líder opositor.
«Magalli Meda, de hecho, contó acá, en estas mismas pantallas, que cuando detuvieron a Biagio Pilieri trataron de comunicarse con varias embajadas y, lamentándolo mucho, no lograron tener una respuesta positiva y por eso en este momento Biagio Pilieri está detenido», recordó González.
Gracias a su amplia experiencia como embajador, González apuntó que «el mundo diplomático se maneja completamente diferente, quizás, a los términos o a los tiempos que uno quisiera». Sin embargo, esperaba la ayuda del cuerpo diplomático en Venezuela porque «no es extraño que un jefe de misión haga un comentario sobre la situación que viven personas que están acogidas en una misión diplomática. Eso no tendría por qué extrañar a nadie. En este caso que estamos hablando hubo un silencio prolongado».
Durante meses, seis dirigentes del Comando ConVzla estuvieron refugiados en la sede diplomática mientras se encontraban sitiados por uniformados del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Luego de muchos esfuerzos, cinco de ellos lograron salir más de un año después en la llamada «Operación Guacamaya».
