
Los encierros de los sanfermines, la fiesta española más internacional, terminaron este lunes con una carrera veloz y limpia de toros de la ganadería Miura, con menos participantes que días anteriores y cuatro contusionados, dos de nacionalidad estadounidense, según el parte médico.
Son un varón de 68 años residente en Missouri, que sufre un golpe craneal; y una mujer de 63 años residente en Nueva York, con una contusión en la columna.
Otra persona fue atendida de una deformidad en el brazo y una más por una contusión en la pierna.
Después de encomendarse los participantes al santo Fermín, como es tradición, la manada salió de los corrales agrupada y encabezada por los mansos, mientras iba ganando velocidad poco a poco.
Los toros cruzaron la plaza del Ayuntamiento y la curva de la calles de Mercaderes sin incidencias y agrupados enfilaron la de Estafeta, lo que dificultaba que los corredores se colaran entre los animales, aunque con algunos momentos de bonitas y breves carreras.
A mitad de Estafeta, un toro encabezó la manada, pero sin fijarse apenas en los corredores, demostrando un año más la nobleza de esta ganadería, icónica en los encierros de Pamplona.
Un cabestro y un toro abrieron el grupo al pasar por el tramo de Telefónica, donde se vivió uno de los mayores momentos de peligro de la carrera. Una res arremetió contra el vallado de la parte derecha del recorrido, donde se encontraban varios corredores, pero sin llegar a entretenerse con ellos.
Estirada, la manada entró en la plaza de toros y se dirigió a los corrales sin mayores incidencias, completando así el encierro más rápido de estos sanfermines.
Los Miura serán lidiados hoy por los diestros españoles Manuel escribano, Damián Castaño y el venezolano Jesús Enrique Colombo. EFE