27.8 C
Miami
martes 17 de junio 2025
Image default
34 añosActualidadColombiaDos cartasgeneracionesInternacionalesSucesos

Dos cartas separadas por 34 años y un mismo drama: la violencia que atraviesa generaciones en Colombia

Miguel Uribe, Diana Turbay, Hernando Santos Castillo y Francisco Santos, atravesados por una misma historia.

 

Hernando Santos Castillo sólo firmó una de sus columnas. El resto de sus escritos -los editoriales de El Tiempo, diario que dirigía-, llevaban el seudónimo de “Hersán”. Pero esta vez, el trazo de su texto merecía ser sellado con su verdadera identidad.

Por infobae.com

Carta a Diana” se llamó esa epístola del 27 de enero de 1991 que recorrió Colombia y el mundo. Diana era Diana Consuelo Turbay Quintero y hacía dos días que había sido asesinada por el Cartel de Medellín –que comandaba Pablo Emilio Escobar Gaviria tras permanecer cautiva 146 días.

Era, además de reportera de profesión, la hija del ex presidente Julio César Turbay Ayala y madre de Miguel Uribe Turbay, precandidato presidencial y sobre cuya vida se atentó este sábado.

Te mataron por periodista. El arma asesina la activaron quienes te secuestraron. Lo demás sobra”. Es una parte de esa carta emotiva que Santos Castillo redactó en su vieja máquina de escribir aquel enero de Bogotá.

El experimentado periodista sabía que tal vez su publicación tendría consecuencias sobre su propia familia: es que su hijo, Francisco “Pacho” Santos Calderón, permanecía entre los secuestrados por Escobar y había compartido cautiverio con Diana, aunque sin habitar el mismo espacio.

El calvario porque así se debe llamar de quienes han sufrido el secuestro, bien personalmente, o por razones familiares, termina para tí y los tuyos. Para nosotros, las familias de Francisco, de Maruja, de Beatriz y de Marina, sigue desgarrante, horrendo. Como esos caminos cuyas salidas se van cerrando. La esperanza de un milagro nos permite sobrevivir”, continuó Santos Castillo.

“Pacho” Santos logró su libertad meses después. Fueron ocho meses de permanecer secuestrado -entre septiembre de 1990 y mayo de 1991- en algún lugar de la capital colombiana. Comenzó una fundación para asistir a las víctimas de la violencia radicalizada del país y llegó a la vicepresidencia junto a Álvaro Uribe Vélez entre 2002 y 2010.

Hoy, 33 años después de su liberación, Santos el sobreviviente, escritor y enfático político recordó la carta que su padre había escrito a Diana y obró una nueva: “Carta a Miguel”.

– Un sicario de 14 años, cómplices en la escena del atentado… ¿quien cree que esta detrás de este hecho que conmueve no solo a Colombia sino a toda América Latina?

– Un sicario siempre hace parte de organizaciones criminales. Sin embargo, creo que en Colombia, en este entorno que ha creado el presidente Gustavo Petro, al solo hablar de sus opositores como nazis, enemigos, asesinos, ratas, así las ha calificado, ha creado ese escenario de radicalidad que puede ser aprovechado y que es aprovechado por otros radicales para generar un caos como este. No me cabe la menor duda que uno de los responsables, quizás el principal responsable de este atentado, es el presidente Gustavo Petro, que incendió al país con su discurso. Y esta es una de las consecuencias.

– La familia Uribe vivió tragedias a lo largo de su vida. La madre de Miguel fue secuestrada y asesinada por Pablo Escobar. Fue cautiva junto a usted en aquellos años. ¿Qué recuerda de Diana Turbay durante el cautiverio y qué sensaciones le vuelven a su cuerpo después de conocer el atentado de este sábado?

-La familia de Miguel Uribe, Diana Turba, Julio César Turbay y la mía, la de los Santos Calderón, hijos de Hernando, está entrelazada por esta violencia. Estuvimos secuestrados por el mismo secuestrador, el mafioso Pablo Escobar. Nunca estuvimos juntos. En ese secuestro dos personas murieron: Diana Turbay y Marina Montoya. Nosotros sobrevivimos de milagro. Mi padre y Julio César Turbay trabajaron muchísimo por nuestra liberación. Pero quizás, lo que más orgullo me da es que un momento dado entraron en el Palacio de Nariño y le entregaron una carta al presidente (César) Gaviria. En esa carta le decían: “Haga lo que usted crea que es correcto. Nosotros nos apartamos de cualquier proceso de negociación. Creemos que usted va a hacer lo mejor para Colombia”. Un acto de dignidad de ambos sin igual. Pocos días antes había llegado a mi lugar de cautiverio uno de secuestradores y me dijo: ”Vamos a empezar a matar secuestrados uno cada tres díasEmpezamos con Marina Montoya este jueves y usted es el último». En ese entonces quedamos seis secuestrados y mi expectativa de vida eran dieciocho días. Ese sábado me permitieron ver la televisión y cuando la prendo veo que en un intento de rescate habían encontrado donde esta Diana y los sicarios la habían asesinado. Ahí mi expectativa de vida se redujo a tan solo nueve días. Obviamente no pensé en eso, pensé Diana. Pensé en el presidente Turbay. Pensé en el hijito pequeño de Diana, en su hija. Porque mi vida estaba en manos de Dios. Esa diana que conocí en muchas ocasiones como gran periodista. Que conocí en esos seminarios en Paipa en donde analizamos los procesos de Paz y las posibilidades de Paz. Era una mujer inteligente, sagaz, aguda, divertida y eso era lo que Colombia había perdido por cuenta de la violencia del narcotráfico, por cuenta de Pablo Escobar.

Para leer la nota completa pulse Aquí 

Related posts

El papa León XIV visitó la tumba de Francisco en la Basílica Santa María la Mayor

VenezuelanTime

Terror en la escuela: alumno sacó un cuchillo y apuñaló a tres de sus compañeros

VenezuelanTime

Fiscalía española pide archivar la causa contra el hermano de Pedro Sánchez

VenezuelanTime