En un mes los venezolanos elegiremos quienes nos han de representar en las alcaldías ya sea como alcaldes o concejales.
A la fecha no se conocen los nombres de los escogidos para abanderar las tarjetas y estas son tantas que la gran mayoría no dan seguridad de nada al elector.
Si quisiera hacer un símil con el mundo del comercio diría que esos partidos y candidatos “de maletín” equivalen a un producto sin etiqueta de caducidad… sin país de origen, de los que se ignora el peso o volumen porque ese dato no está impreso en la caja… y son más caros.
Aunque casi no queda tiempo para enmendar semejante torta… si lo hay y mucho para “negociar”.
Es la hora de pequeños saltos de talanqueras con partiditos desconocidos pero con una tarjeta registrada en el CNE… que inscriben candidaturas también desconocidas… venidas de otros mini partidos… y que se pueden retirar a la hora del negocio.
Lo de desconocidos no es por cierto tan importante y menos vital.
Vital sería que partido y candidato tuviesen respuesta a los problemas que más aquejan a sus electores… y si vienen se encaramaron sobre un partido presuntamente “nacional”… que opinen… sobre todo como atacar, aún en medio del conflicto global y atómico que está formando… el asunto de los servicios públicos indispensables para garantizar democracia y civilización.
Ambos problemas no son difíciles de resolver si se atacan con todo el poder de Miraflores, la colaboración de las alcaldías e incluso del Poder Popular si les obliga a arriar la bandera de los piratas y dejar la interferencia como política.
¡No es difícil pero luce complicados!
