
El 13 de septiembre se celebra el Día Internacional del Chocolate, una fecha que destaca la importancia cultural y económica de este alimento en todo el mundo.
Por Cecilia Castro | Infobae
En los últimos años surgió un fenómeno novedoso en el mundo de la repostería: el chocolate Dubái. Este producto ganó atención global gracias a la difusión masiva de videos en redes sociales y adaptaciones en heladerías, pastelerías y comercios de diferentes regiones.
El origen del chocolate Dubai se remonta a la ciudad que lleva su nombre, donde la empresaria egipcio-británica Sarah Hamouda desarrolló una receta inspirada en los antojos que tuvo durante su embarazo, según narró la propia creadora a la cadena CNBC.

El desarrollo inicial de la barra estuvo inspirado por el postre árabe knafeh pero con ingredientes no tan utilizados en la repostería occidental, como el pistacho y la masa kataifi. Este último elemento se caracteriza por su textura filamentosa y por su crocancia. El esquema viral de lanzamiento del proyecto de Hamouda incluyó demostraciones visuales que resaltaban la textura y el relleno verde, lo que favoreció su boom en plataformas digitales.
A partir del éxito de la receta original, numerosas empresas y emprendimientos adaptaron el formato y los ingredientes al gusto local. En distintos países de Europa y América, el chocolate Dubái se incorporó al menú en versiones de tabletas, helados, alfajores, bombones y productos de pastelería.
En Argentina, se observó una fuerte repercusión con lanzamientos limitados en cadenas reconocidas y un alza en la demanda de pistacho, fruto seco central en la fórmula.

El origen del chocolate se remonta a las civilizaciones de Mesoamérica, donde las culturas maya y azteca utilizaban el cacao en ceremonias y como bien de intercambio. Este alimento se consumía inicialmente como una bebida amarga preparada con especias. Con la llegada del cacao a Europa tras el siglo XVI, el producto cambió de forma y sabor gracias al agregado de azúcar y leche, lo que dio lugar a las primeras variantes sólidas y dulces.
Con el paso de los siglos, el chocolate se convirtió en un producto de consumo popular. De acuerdo con la Organización Internacional del Cacao (ICCO), países como Costa de Marfil y Ghana lideran la producción mundial de cacao, mientras que el consumo per cápita más alto se registra en el centro y norte de Europa.

Con el paso de los años, el chocolate diversificó sus formatos y adaptó sus recetas para responder a diferentes preferencias, necesidades y normativas alimentarias.
Existen distintos tipos, amargos y semiamargos, con alto porcentaje de cacao y aporte relevante de antioxidantes, así como variedades para dietas específicas, incluidas opciones libres de gluten.
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