Agentes españoles desmantelaron una red dedicada al tráfico de cocaína que contaba con un laboratorio que podía elaborar hasta 30 kilos al día de esta droga y detuvieron a 25 personas, doce de nacionalidad colombiana, nueve españoles, dos albaneses, un mexicano y un italiano.
La operación, llevada a cabo de manera conjunta por la Agencia Tributaria y la Policía en Valencia (este), permitió la intervención de maquinaria, precursores y tanto pasta base -camuflada en pulpa de guayaba- como cocaína, así como dinero de curso legal y billetes falsificados, armamento y munición, cinco coches de alta gama, veintiocho móviles y diversa documentación, informó este jueves la Agencia Tributaria.
El juzgado de la localidad valenciana de Ontinyent (Valencia), que dirige la investigación, reclamó las órdenes internacionales de detención para el resto de miembros de la organización que, en el momento de la actuación, estaban fuera de España. Las investigaciones continúan y no se descartan nuevas detenciones.
La operación comenzó en julio de 2024, con la detección de una empresa española a la que se consideraba sospechosa de introducir sustancias estupefacientes por el puerto de Valencia. Esta sociedad mantenía relaciones comerciales con una exportadora con una larga lista de antecedentes por tráfico de drogas.
La sociedad investigada realizó una primera importación de pulpa de fruta congelada en agosto de ese mismo año y, a partir de ese momento, los investigadores controlaron sus operaciones mientras ahondaban en el entramado económico de la entidad y en la propia actividad de su administradora.
Inicialmente detuvieron a siete personas, seis sudamericanos y un español, que se encontraban trabajando en la localidad valenciana de Alberic en un sótano, en malas condiciones de habitabilidad y ventilación, donde estaban manipulando la pulpa de guayaba para separar de este producto la pasta base de cocaína.
En otros registros intervinieron dinero, pequeñas cantidades de droga y abundante material químico, además de pegatinas con el anagrama de una marca de coches, que iban a ser utilizados para marcar los paquetes del estupefaciente.
En otra localidad valenciana, Torrent, localizaron un segundo laboratorio, donde la organización llevaba a cabo el proceso de clorhidratación de la pasta base de la cocaína y disponía de una prensa de quince toneladas. Detuvieron entonces a dieciocho personas.
Según las características y medios que presentaba el ‘macrolaboratorio’ dividido en dos ubicaciones, los investigadores estiman que, de tener un flujo continuo de trabajo, podría llegar a producir de 20 a 30 kilos de cocaína al día. EFE