Las fuerzas del orden francesas han detenido este lunes, en una operación coordinada, a 22 personas acusadas de estar implicadas con los ataques perpetrados en las últimas semanas contra varias cárceles y agentes penitenciarios, ha indicado la Fiscalía Nacional Antiterrorista (PNAT) en un comunicado.
Una fuente citada por la emisora France Info ha precisado que un elemento común es que las personas arrestadas están vinculadas al narcotráfico.
Según los investigadores, ha habido detenciones en la región de París, en Marsella, en Lyon y en Burdeos. Además, también han sido declarados bajo arresto en este caso varios individuos que están encarcelados y que se consideran instigadores de los ataques.
La PNAT se ha declarado competente para dirigir las pesquisas por 15 de esos ataques que se produjeron entre el 13 y el 21 de abril y que afectaron a prisiones, sobre todo del sureste de Francia, pero también vehículos y residencias de agentes penitenciarios.
Actos que, muchos de ellos, han sido reivindicados con pintadas de las siglas DDPF (Defensa de los Derechos de los Presos Franceses), un grupo del que no se conocía su existencia hasta que se manifestó a comienzos de mes en la mensajería Telegram.
En su comunicado, la PNAT ha hecho hincapié en que se están llevando a cabo registros en el marco de la operación en la que participan diversos cuerpos policiales.
Su investigación está abierta por diversos cargos, como asociación de malhechores de carácter terrorista, tentativas de asesinato terroristas, estragos terroristas o amenazas de muerte a personas detentoras de una función pública.
En una primera reacción, el ministro francés de Justicia, Gérald Darmanin, ha agradecido en su cuenta de X el trabajo realizado por los magistrados y las fuerzas del orden y que ha conducido a estos arrestos.
“La fuerza está en la legalidad y en la República en nuestra lucha implacable contra el narcotráfico”, ha subrayado Darmanin.
Desde el comienzo de esta oleada de ataques, el ministro había repetido sus sospechas de que detrás de todo estaban las redes de narcotraficantes que reaccionaban con actos de intimidación a sus planes para recluir a los capos en cárceles de alta seguridad para que no puedan continuar sus negocios delictivos cuando están entre rejas. EFE