Lo que comenzó como una cafetería familiar impulsada por la nostalgia, la necesidad y una pizca de intuición, hoy es un próspero negocio que ha puesto el sabor de unos venezolano en el mapa gastronómico de España. Se trata de Sukie Cookie, una marca de galletas creada por una pareja y su hermano, respaldados por una familia que apostó por reinventarse lejos de casa.
Por lapatilla
Instalados desde 2019 en España tras emigrar desde Venezuela, estos emprendedores construyeron un sueño con ingredientes sencillos: trabajo duro, pasión y una fe inquebrantable en el poder de la constancia.
De empezar de cero a un negocio en expansión
Los fundadores de Sukie Cookie llegaron primero a Madrid y luego se mudaron a Valencia, donde pasaron cuatro años explorando opciones, realizando trabajos diversos y adaptándose a una nueva realidad. “Como todos los migrantes, comenzamos haciendo de todo con aplicaciones de reparto, luego entré en una empresa de paquetería, después en una compañía de alarmas”, cuenta uno de los hermanos.
La experiencia previa en Venezuela —donde tenían un restaurante de comida internacional en Margarita— no parecía al principio un camino a seguir. “Habíamos hecho una cruz a todo lo que tuviera que ver con comida”, confesaron. Sin embargo, fue justamente en una cafetería modesta, decorada y montada por toda la familia, donde se reencontraron con la cocina y nació Sukie Cookie.
Una receta con corazón
El flechazo llegó al descubrir la receta de las galletas estilo Nueva York: grandes, suaves, rellenas y con un carácter distintivo. “Pensé que sería como el resto de mis recetas, pero no. Aquí había química, técnica, prueba y error. Me entregué a aprender”, dice la fundadora.
Las primeras pruebas no salieron bien. Tuvieron que experimentar con diferentes tipos de mantequilla, harinas, chocolates y tiempos de cocción. “Me tomó más de un año perfeccionar la Red Velvet. Pero entendimos que al elevar la calidad de los ingredientes, el producto final era muchísimo mejor.”
Hoy sus galletas están hechas con mantequilla 100% natural, chocolate belga y un compromiso total con la excelencia. La más popular: la choco pistacho, una favorita del público español que adora ese ingrediente en todas sus formas.
De una vitrina a dos ciudades
Con el tiempo, Sukie Cookie pasó de vender unas 60 galletas diarias en su cafetería en Torrent (Valencia), a comercializar entre 250 y 300 galletas diarias en días normales, y hasta el triple los fines de semana. Hace menos de un mes abrieron su segundo local, esta vez en el barrio de Malasaña en Madrid, donde han recibido una cálida bienvenida.
La comunidad venezolana ha sido clave en este crecimiento. “Nos conmueve cuando nos escriben diciendo que hacen parada obligatoria en nuestra tienda durante sus vacaciones. Eso nos motiva profundamente.”
Pero su clientela es amplia y diversa. “Los españoles son dulceros, y han respondido muy bien a la calidad y originalidad de nuestras galletas”, aseguran.
Lo digital: el siguiente paso
La expansión no se detiene. Actualmente trabajan en lanzar su tienda online para distribuir sus galletas a toda España en 24 a 48 horas. “Llevamos meses haciendo pruebas con amigos y familiares, verificando calidad y tiempos de entrega. Ya tenemos el centro de producción, la marca, las bolsas personalizadas… ahora viene la web.”
Además, evalúan incursionar en el mercado B2B. Restaurantes y cafeterías han empezado a solicitarles sus productos como postres de carta. “Por ahora no nos damos abasto, pero estamos estudiando crecer con cuidado, paso a paso, sin apurarnos más de lo que podamos sostener.”
Emprender con método y paciencia
Consultados sobre qué recomendarían a otros venezolanos que desean emprender fuera del país, su respuesta es clara: no saltarse los pasos. “Aquí en Europa los procesos son distintos. Todo va más lento, pero también es más sólido. Hacer las cosas con cariño, pasión y estrategia hace la diferencia.”
Insisten en la importancia de entender el entorno, estudiar el mercado, tener una metodología clara y apostar por la calidad desde el principio. “Las cosas se dan solas cuando pones el corazón y el esfuerzo.”
Venezuela en la mente y en el corazón
Aunque hoy están plenamente dedicados a consolidar Sukie Cookie en España, no descartan regresar a su país algún día y abrir una tienda allá. “Siempre lo hablamos. Nos entusiasma mucho la idea de tener una sede en Venezuela, especialmente en Margarita, de donde venimos. Las ganas están.”
Para ellos, emprender ha sido más que un negocio: ha sido un camino de redescubrimiento, identidad y propósito. “Nunca imaginamos que una cafetería pequeña nos iba a llevar a esto. Pero cuando uno no renuncia a lo que le apasiona, los caminos se abren.”