
El viernes, tras lanzar un ataque sin precedentes contra Irán, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se dirigió directamente a los iraníes. Hablando en inglés, les dijo que había llegado el momento de levantarse contra un «régimen maligno y opresor».
Y anunció que las operaciones militares de Israel «estaban limpiando el camino para que logren su libertad».
A medida que la confrontación militar entre Israel e Irán se intensifica y se amplía el rango de objetivos, muchos se preguntan: ¿cuál es el objetivo final verdadero de Israel y su primer ministro?
La carrera política del primer ministro israelí que más tiempo ha ocupado el cargo ha estado marcada por su misión personal de advertir al mundo sobre los peligros que representa la República Islámica de Irán: desde el dibujo de una bomba que mostró en Naciones Unidas, hasta su repetido mensaje durante los últimos 20 meses de una guerra regional en la que Irán sería la mayor amenaza de todas.
Se sabe que presidentes estadounidenses y sus propios generales han frenado a Netanyahu, más de una vez a lo largo de los años, de ordenar ataques militares contra las instalaciones nucleares de Irán.
El presidente de EEUU, Donald Trump, dice que no le dio luz verde. Pero incluso lo que parece haber sido al menos una luz amarilla fue suficiente.
Expertos aseguran que mientras Netanyahu ha apostado personalmente su fortuna a un cambio de régimen en Irán, el poder político y militar israelí está comprometido con hacer retroceder profundamente el programa nuclear en el país persa.
El OIEA dijo en su último informe trimestral que Irán había acumulado suficiente uranio enriquecido hasta un 60% de pureza, un paso técnico corto hacia el 90% o grado de armas, para potencialmente fabricar nueve bombas nucleares.
Para asestar un golpe decisivo al vasto programa nuclear de Irán, Israel necesitaría causar un daño significativo en Fordow, su segunda instalación más grande y más protegida.
El complejo, ubicado bajo tierra en una montaña, es donde algunos expertos creen que Irán ha acumulado gran parte del uranio cercano a estar apto para fabricar armas nucleares.
Informes en los medios israelíes indican que el objetivo actual es tratar de cortar el acceso a la instalación.
Israel no tiene las bombas penetrantes que necesitaría para romper tantas rocas.
Pero la Fuerza Aérea de Estados Unidos sí las tiene. Se conocen como MOP – una bomba antibúnker con guía de precisión de 13,6 toneladas. Sin embargo, aun así se necesitarían muchos ataques, durante muchos días, para causar daños importantes.
Nota completa BBC Mundo