Venezuela hace tiempo dejó de ser «Estado» y desde el año 2013 está en «Conmoción interior» cuando en forma fraudulenta un delfín cubano fue impuesto en la presidencia de Venezuela.
De allá para acá no ha valido la constitución y la rodada del país ha sido cuesta abajo hacia el barranco de la destrucción. Está inédita situación de amenaza militar que sufre la nación es consecuencia de años de delitos continuados ejecutados desde el poder.
Por tal hecho indiscutible, todas la declaraciones y decretos noticiosos que estamos observando desde el chavismo, no son más que pataletas descontroladas, gamelote sin sustancia y actos desesperados que no es necesario justificar ni analizar jurídicamente, desde una constitución que ha sido violada e ignorada en todos sus principios.
En un análisis racional y serio no debe olvidarse que en el 2024 y con motivo a las elecciones presidenciales que perdió por paliza, ese señor expresó con soberbia ignorancia «Ni con votos ni con balas». » Ni por las buenas ni por las malas»
Hemos sido testigos con el mundo en primera fila, que cumplió en irrespetar el voto popular y el concierto de naciones democráticas sabe que los ciudadanos que votamos por esa acción pacífica y constitucional, no tenemos esas balas para sacarlo por las malas.
Ahora también somos testigos de que se le presentó a Maduro la oportunidad de demostrar esa otra condición que el mismo ofreció, pero con alguien que si tiene esas balas. Le llegó el momento de las malas.
No es tiempo de lloriquear, de propagandas infantiles ni de cartas a Eufemia, y a Linda .Que le eche bolas a ese conflicto que por bocón, maula y tramposo llevó a este extremo. Verdugo no pide clemencia.
Nadie quiere una invasión militar que él mismo esta provocando por dejar pasar el tiempo de irse por las buenas.
Es su convulsión interna, su pataleta desesperada y su conmoción exterior. Hago énfasis; únicamente suya, de él y sus serviles complices.
Coronel Angel Alberto Bellorin.
Abogado y Dr en Derecho Constitucional
