
Édgar Ramírez construyó una carrera que desafió las convenciones: primero estudió Comunicación Social en la UCAB y trabajó en medios en Venezuela. Tenía todo para consagrarse únicamente como un galán de las telenovelas, pero después de algunas participaciones en su país, saltó a la actuación fuera de sus fronteras. La consagración le llegó con Carlos, la miniserie de Olivier Assayas en la que interpretó a Ilich Ramírez Sánchez y por la que sumó nominaciones a Globo de Oro y Emmy.
Por Clarín
Fue un papel maratónico que probó su rango y lo colocó en el mapa del cine europeo y de Hollywood. Desde entonces, transita con naturalidad del cine de autor a los éxitos taquilleros, del drama biográfico a la televisión.
Lleva años sin poder volver a Venezuela por su postura crítica frente a la dictadura de Nicolás Maduro. Ese desarraigo —sumado a la pérdida de varios familiares por COVID-19— terminó modelando su voz pública. En un artículo de Variety, Ramírez habló de los desafíos de la migración y el poder de la memoria en sus interpretaciones.
También hay curiosidades que cuentan quién es cuando no actúa: políglota, melómano, lector voraz; un actor de preparación meticulosa que se toma en serio el acento, el cuerpo y los oficios alrededor del set. Ese rigor, dice, tiene menos que ver con solemnidad y más con respeto por el equipo y por la historia que se cuenta.
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Hollywood le abrió las puertas en papeles secundarios en superproducciones como Zero Dark Thirty, donde, dirigido por Kathryn Bigelow, encarnó al agente Larry; o Point Break, como el deportista extremo Bodhi. Pero su rango interpretativo no se limitó a los filmes de acción. Exploró el terror como un sacerdote con un pasado complejo en Deliver Us From Evil y la tragicomedia con Joy, junto a Jennifer Lawrence y Robert De Niro.
También se atrevió a un ambicioso papel para televisión en la segunda temporada de la serie American Crime, donde interpretó al diseñador Gianni Versace y compartió set con Penélope Cruz, Ricky Martin y Darren Cris.
Tras Florida Man y la segunda temporada de Dr. Death -donde encarnó al cirujano Paolo Macchiarini-, Ramírez consolidó su presencia en series de alcance global sin abandonar el cine. Florida Man le dio un tono lúdico, noir y sureño; Dr. Death lo llevó al terreno de las historias reales con una intensidad incómoda y muy comentada.
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