
Cinco funcionarios de la Policía Estatal Preventiva (PEP) de Chiapas fueron emboscados y asesinados la tarde del lunes 2 de junio mientras realizaban un recorrido de vigilancia en el municipio de Frontera Comalapa, en una zona rural mexicana próxima a la frontera con Guatemala. Sus cuerpos fueron encontrados completamente calcinados dentro de la patrulla oficial.
Según información de la Fiscalía General del Estado (FGE), la unidad fue interceptada por un grupo armado que abrió fuego contra los oficiales, sin que estos pudieran repeler la agresión.
En el lugar se recolectaron aproximadamente 700 casquillos percutidos de distintos calibres, lo que da cuenta de la violencia del ataque. De acuerdo con videos difundidos en redes sociales, también se habría utilizado armamento pesado como lanzagranadas, aunque esto no ha sido confirmado por autoridades.
La patrulla circulaba por una carretera sin resguardo institucional, en una zona considerada de alto riesgo debido a la operación de grupos delictivos.
El atentado ocurrió en un contexto de fuerte disputa territorial entre grupos del crimen organizado que operan en la región fronteriza entre México y Guatemala.
Chiapas es actualmente escenario de una confrontación abierta entre el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Chiapas y Guatemala (CCyG) y el grupo guatemalteco Los Huistas.
Con información de Infobae