La aparente calma era solo el preludio del primer garrotazo. Los aranceles anunciados para este sábado por el presidente estadounidense, Donald Trump, golpearán con un 10% a China, encendiendo la mecha para una segunda batalla comercial con el gigante asiático, después de la que ya impulsó el magnate durante su primer mandato. El republicano ha justificado la medida, teledirigida contra los tres principales socios comerciales de Washington (Canadá y México, además de la República Popular), al considerar que el trío contribuye al flujo de fentanilo en territorio de EE UU, donde más de 100.000 personas al año mueren por el consumo de este opiáceo.