
El italiano Federico Starnone, supuesto capo e intermediario entre la mafia calabresa y narcotraficantes de Colombia y Ecuador, fue capturado por las autoridades colombianas en Cali, capital del departamento del Valle del Cauca, en el suroeste del país.
«Cae por acción de la policía colombiana en coordinación con la policía italiana, el capo Federico Startone (sic), en Cali, comprador mayorista de cocaína para la mafia italiana», informó el presidente colombiano, Gustavo Petro, en su cuenta de X.
Starnone, de 46 años de edad, era requerido mediante una notificación roja de Interpol por los delitos de tráfico internacional de cocaína y alianzas con el crimen organizado en el Cono Sur y la región Andina.
La Policía colombiana utilizó drones para ubicar a Starnone, quien vivía en un apartamento de un acomodado barrio de Cali.
El pasado julio, las autoridades de Colombia, con el apoyo de Italia y el Reino Unido, capturaron en Bogotá a Giuseppe Palermo, alias ‘Peppe’, principal cabecilla de la mafia italiana ‘Ndrangheta para América Latina, informó en esa ocasión el director de la Policía colombiana, el general Carlos Fernando Triana.
Esa detención se sumó a la ocurrida el pasado marzo, cuando el presunto narcotraficante italiano Emanuele Gregorini, alias «Dollarino», considerado el «máximo cabecilla de la mafia italiana en América Latina», fue capturado en la ciudad colombiana de Cartagena.
Según la Policía colombiana, Gregorini era «cabecilla del Sistema Mafioso Lombardo, integrado por las mafias de la Camorra, Cosa Nostra y ‘Ndrangheta, responsable del envío de grandes cargamentos de cocaína desde Colombia, Panamá y Brasil hacia Europa».
Además, en febrero la Policía también capturó en Barranquilla (norte) a Namoussi Mounir, alias «Mou», acusado de ser el enlace entre el cartel de los Balcanes y narcotraficantes de América Latina, entre ellos el Clan del Golfo, la principal banda criminal de Colombia.
Alias Mou era buscado mediante circular roja de la Interpol, razón por la cual su captura fue coordinada con las autoridades de Bélgica y el Reino Unido. EFE