
Por más de 40 años, un asesino en serie sembró el horror en las calles de Estados Unidos, ya que no tenía a simple vista un patrón determinado ni dejaba rastros evidentes. Sus víctimas siempre eran mujeres que estaban en una situación de vulnerabilidad, como trabajadoras sexuales, personas en situación de calle o con problemas de adicción. Esto generalmente coincidía en que no tenían familiares que reclamaran una mayor celeridad en la investigación.
Por TN
En todo ese tiempo, la policía estuvo detrás de varios sospechosos, pero las pistas nunca eran suficientes como para determinar su culpabilidad. Mientras tanto, el criminal seguía suelto y continuaba con los homicidios.
Sin embargo, en 2012 una prueba de ADN lo cambió todo y la lupa de los investigadores se posó sobre un hombre llamado Samuel Little.
El asesino invisible
Samuel Little nació en 1940 en la localidad de Reynolds, en Georgia, y creció en un entorno problemático. Fue criado por su abuela en Ohio y desde adolescente tuvo problemas con la ley en casos de robos, violencia y agresiones sexuales.
Según los registros, estuvo preso más de 25 veces en 11 estados diferentes, pero la policía nunca logró vincularlo con un asesinato.
En 2012, Little fue detenido en un albergue para personas en situación de calle en Kentucky. Luego, fue extraditado a California, ya que la Justicia detectó que tenía una imputación por posesión de drogas en ese estado.
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