La pregunta es pertinente porque el castrocomunista Ortega parece haber cruzado el punto de no retorno al que llegó Cuba comunista en 1962.
Vemos a Nicaragua convertirse en una 2da Cuba.
Ortega derrotó a los partidos políticos, a los gremios empresariales/sindicales, y a toda la sociedad civil. Y por último defenestró a la iglesia católica.
Todos estos sectores luchaban por sus intereses particulares, sin que los uniera un vínculo con los intereses de su patria.
En Nicaragua muy pocos luchaban por su patria, por el país donde nacieron ellos, las generaciones pasadas y los descendientes.
No existió un lazo invisible afectivo de pertenencia a una patria común que los uniera como nicaragüenses.
Ser venezolano
No se puede descartar una respuesta negativa a la pregunta formulada. Lamentablemente, algo similar ocurre en Venezuela.
Defender a Venezuela, nuestro hogar simbólico que siempre llevaremos dentro de nosotros los que aquí vivimos y los que fueron obligados a emigrar, es imprescindible
Para ser consecuente diré que me parece erróneo que el mensaje del liderazgo opositor se sostenga en 2 grandes líneas:
1 Una fundamentacion religiosa triunfalista de la acción política:
“El bien triunfará sobre el mal”,
“Venceremos porque Dios está con nosotros”, etc.
2 Sostener un discurso economicista ofreciendo en un nuevo gobierno, que estaría cerca, un superior nivel de vida para los venezolanos, el cual se lograría con lo que se resume en una frase de ese programa de gobierno:
“La privatización del petróleo”.