La cifra de víctimas mortales por la explosión ocurrida este lunes en una fábrica de fuegos artificiales en el condado de Linli (provincia de Hunan, centro) aumentó este martes a nueve, mientras 26 personas permanecen hospitalizadas, informaron las autoridades.
El estallido, que se produjo ayer alrededor de las 08:23 hora local (00:23 GMT) en la planta Shanzhou de la aldea homónima, y dejó además múltiples heridos, que fueron atendidos en centros sanitarios cercanos.
Equipos especializados continuaban activos pasadas más de 20 horas del desastre, ante el riesgo de nuevas explosiones o reactivaciones de fuego en un entorno donde escasea el agua.
Para contener el fuego y proteger al personal, se emplearon cañones de agua a distancia, 28 camiones cisterna, dos unidades de drenaje y bombas de alta capacidad, según el comando de rescate.
El pasado mes de diciembre, una explosión provocada por fuegos artificiales en un edificio de la ciudad de Kaifeng, en la provincia central de Henan, dejó tres muertos y dos heridos, en un accidente que volvió a poner en foco los riesgos asociados a esta industria en China.
Los fuegos artificiales y los petardos son muy populares en el país asiático en todo tipo de celebraciones, aunque las autoridades locales han tratado de limitar su uso en los últimos años para reducir la contaminación y los riesgos de seguridad.
China registra con frecuencia accidentes industriales, especialmente en sectores como la minería o la producción de fuegos artificiales, donde persisten deficiencias en materia de seguridad pese a regulaciones más estrictas en los últimos años. EFE