
En un ambiente político cada vez más tenso, la actividad de los dos principales partidos españoles se intensifica este fin de semana con importantes reuniones de renovación de estrategias y de dirigentes, tanto de los conservadores como de los socialistas, salpicados estos últimos por un caso relevante de presunta corrupción.
El Partido Popular (PP), el mayoritario del Parlamento, aunque no gobierna, celebra su congreso entre este viernes y el domingo para consolidar su alternativa política y confirmar el liderazgo de su presidente, Alberto Núñez Feijóo, y su candidatura a jefe del Ejecutivo en las próximas elecciones generales, que en principio serían a mediados de 2027.
Previsiblemente, los conservadores volverán a exigir un adelanto electoral y endurecerán el discurso contra el actual presidente del Gobierno y líder socialista, Pedro Sánchez, por sus «cesiones» políticas a los nacionalistas e independentistas vascos y catalanes, como la polémica ley de amnistía de 2024 para los implicados en el proceso soberanista ilegal de Cataluña de 2017.
Pero, sobre todo, tratarán de sacar provecho al mal momento que vive el Partido Socialista (PSOE) después de que un juez ordenara recientemente prisión preventiva incondicional para uno de sus dirigentes más destacados, el secretario de Organización Santos Cerdán.
Tuvo que dimitir rápidamente de ese cargo y de diputado nacional y salió del partido al conocerse un informe policial que lo relaciona con una supuesta trama de cobro y reparto de comisiones ilegales que habrían pagado constructoras por la adjudicación irregular de obras públicas.
También están investigados su predecesor y exministro socialista de Transportes José Luis Ábalos y un antiguo asistente de este, Koldo García.
Una señal clara de que el PP endurecerá la estrategia contra los socialistas es el ascenso de Miguel Tellado al puesto de secretario general del partido. Es persona de la máxima confianza de Núñez Feijóo y conocido por ser especialmente áspero con el gobierno de Sánchez.
El PP asegura que su congreso será «el de la unidad y tendrá lugar en un contexto de absoluta normalidad».
Por el contrario, según los conservadores, el PSOE es un partido «desangrado y acorralado por los innumerables casos de corrupción que cercan a Pedro Sánchez», en alusión también a investigaciones judiciales que afectan a la esposa y al hermano del líder socialista español, así como al fiscal general de Estado.

Grave crisis socialista y medidas de regeneración
En este contexto, poco tranquila se prevé este sábado la reunión del Comité Federal del PSOE, el máximo órgano de dirección del partido, sacudido por la grave crisis interna que ha causado el encarcelamiento de Santos Cerdán.
Era mano derecha de Sánchez y muñidor de sus acuerdos de gobierno con nacionalistas e independentistas.
El líder socialista gobierna en coalición con el movimiento izquierdista Sumar, pero también necesita acuerdos con esos pequeños partidos porque carece de una mayoría parlamentaria suficiente.
Lo más esperado del comité de mañana es la intervención de Sánchez y las medidas de regeneración que pudiera anunciar.
El PSOE avanzó hoy mismo que los militantes clientes de prostitución serán expulsados del partido, después de que unos audios de la presunta trama de corrupción revelaran supuestas relaciones de ese tipo.
Ya pidió Sánchez perdón a los ciudadanos cuando se conoció el informe policial sobre Cerdán y dijo que el PSOE es una organización «limpia» y prometió «contundencia», aunque sin adelantar elecciones.
Los analistas prevén un debate tenso por el malestar con la gestión de Sánchez manifestado principalmente por el barón socialista Emiliano García-Page, presidente de la región autónoma de Castilla-La Mancha.
Los socialistas también renovarán y reformarán parte de su estructura de mando obligados por las circunstancias.
La nueva secretaria de Organización será Rebeca Torró, pero tendrá menos poder que sus antecesores Cerdán y Ábalos, pues este cargo contará ahora con tres adjuntos para repartir tareas y responsabilidades.
EFE