La organización Amnistía Internacional (AI) emitió un comunicado el 25 de marzo para expresar preocupación por la deportación de 238 venezolanos a El Salvador y que fueron acusados de pertenecer presuntamente a la banda criminal trasnacional el Tren de Aragua.
El texto menciona el modelo de “seguridad” del presidente Nayib Bukele y las medidas adoptadas por Estados Unidos respecto a los migrantes enviados al Centro de Confinamiento del Terrorismo de El Salvador (Cecot), señalando la falta de debido proceso y la criminalización de personas con base en criterios discriminatorios.
“Estas políticas son profundamente injustas y vulneran las normas internacionales de derechos humanos”, dijo Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional.

La organización advierte que la normalización de las vulneraciones al debido proceso en El Salvador es preocupante y subraya que, en lugar de ser imitadas por gobiernos como el de Estados Unidos, deberían ser condenadas.
“Según la información pública disponible, entre las personas expulsadas se encuentran personas que se encontraban en proceso judicial, fueron arrestadas mientras cumplían con sus obligaciones migratorias, ya contaban con protección en EE UU, incluida la Convención contra la Tortura, y fueron etiquetadas como pandilleros por sus tatuajes o su conexión con el estado venezolano de Aragua, sin ninguna otra prueba”, se puede leer en el comunicado.
También citan que “funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) han admitido que muchas personas no tenían antecedentes penales y que algunas fueron expulsadas por la sospecha de que podrían cometer delitos en el futuro”.
La organización enfatizó que estas expulsiones no constituyen deportaciones debido a que no siguieron el proceso legal establecido en la legislación estadounidense. Amnistía explicó que las personas fueron enviadas sin órdenes formales de expulsión y destinadas a “cumplir una condena indefinida en un sistema donde se vulnera de manera sistemática los derechos humanos fundamentales”.
AI ha documentado condiciones inhumanas en los centros de detención de El Salvador, incluido el Cecot, donde son recluidas las personas expulsadas. Los informes señalan hacinamiento extremo, falta de atención médica y malos tratos que constituyen tortura o tratos crueles. Asimismo, organizaciones locales han denunciado más de 300 muertes bajo custodia estatal, algunas con signos evidentes de violencia. “Nadie debería enfrentar estas condiciones”, concluyó.
Trump defendió proceso “riguroso” para identificar a presuntos miembros del Tren de Aragua

Donald Trump, presidente de Estados Unidos, aseguró que los migrantes venezolanos deportados y encarcelados en El Salvador fueron sometidos a un proceso “muy riguroso” para verificar que presuntamente formaran parte del Tren de Aragua.
“Me dijeron que pasaron por un proceso de revisión muy riguroso y que eso continuará en El Salvador. Seguiremos con ese proceso (de revisión), sin duda. No queremos cometer ese tipo de error”, dijo Trump el 21 de marzo en declaraciones a periodistas desde el Despacho Oval.
Trump se refirió al tema por las denuncias de familiares que alegan que los migrantes no formaban parte de ninguna organización criminal, no tenían antecedentes y que fueron vinculados con la banda solo por sus tatuajes.
Familiares denunciaron una violación al debido proceso

Los familiares de tres migrantes detenidos en EE UU explicaron para El Diario que sus seres queridos han sido enviados El Salvador sin un juicio, lo que representa una violación al debido proceso.
También defienden su inocencia ante las acusaciones del gobierno de Donald Trump de que todos los venezolanos deportados son parte del Tren de Aragua.
Ydalis Chirinos, madre de uno de los venezolanos detenidos en EE UU, dijo para El Diario que teme que su hijo, Ysqueibel Peñaloza, de 25 años de edad, no tiene antecedentes penales y no tiene vinculación con la banda criminal.
“Él no es un delincuente, no tiene antecedentes penales y no tuvo problemas federales ni con la justicia en EE UU. En Venezuela nunca estuvo preso. Somos buenas personas, una familia humilde, honrada y trabajadora”, dijo Chirinos.
De acuerdo con el testimonio de la madre, la mujer supo que su hijo había sido trasladado a El Salvador porque identificó a un hombre que fue detenido junto a Peñaloza en el video publicado por Nayib Bukele, presidente de ese país, a través de sus redes sociales.
Peñaloza fue detenido en un apartamento en Carolina del Norte el 8 de febrero de 2025, durante una redada. En el procedimiento, los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) arrestaron a otros ocho venezolanos.
El venezolano le contó a su madre que los agentes de la ICE les informaron que él, junto a un grupo de migrantes, sería trasladado en tres aviones hacia Venezuela en las próximas horas. Pero esto nunca ocurrió.
“Esos supuestos aviones nunca llegaron a Venezuela, mi hijo nunca llegó. Supuestamente lo detuvieron por indocumentado, pero él tenía permiso temporal”, concluyó.
Mirelys Casique, otra madre de uno de los venezolanos deportados de Estados Unidos a El Salvador, también denunció que su hijo es inocente y exigió que lo regresen a Venezuela.
“Sus hermanos lo identificaron en una de las fotos que compartieron de los enviados a El Salvador porque le vimos sus tatuajes en el brazo. Pido que lo chequeen en Interpol, en donde sea, para que sepan que no es un delincuente, no tiene antecedentes y lo envíen a su país”, dijo Casique el 16 de marzo.
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