
Unos 30 investigadores y especialistas forenses de la Policía portuguesa colaboran con la alemana en la nueva búsqueda en las inmediaciones de una urbanización en el Algarve, en el sur de Portugal, por el caso de la desaparición de la niña británica Madeleine McCann, según pudo saber EFE.
Las autoridades de Portugal y Alemania trabajan juntas en esta nueva pesquisa, que comenzó el lunes y acabará esta semana, aunque no contemplan, por el momento, dar más detalles de los hallazgos o de las labores de búsqueda, confirmó la Policía Judicial (PJ) a EFE.
La zona donde buscan es un descampado en los márgenes de una urbanización en Atalaya, una zona que se encuentra entre el municipio de Lagos y la pedanía de Praia da Luz, donde desapareció Maddie cuando solo tenía tres años del apartamento en el que dormía con sus dos hermanos gemelos de 2 años mientras sus padres cenaban fuera con unos amigos.
En el terreno, fuertemente custodiado por agentes de la Policía lusa para evitar la entrada de curiosos o periodistas, hay varios edificios abandonados y un par de casas. En una de ellas pasó algún tiempo el principal sospechoso de este caso, el alemán Christian Brückner, antes de la desaparición de la pequeña.
EFE pudo constatar que agentes portugueses y alemanes, además de vehículos de bomberos, entran y salen del recinto de la urbanización. Las autoridades no han confirmado qué tipo de maquinaria se emplea en esta investigación, pero en el lugar se oyó este martes ruido de excavadoras.
Estos nuevos registros son en cumplimiento de una Decisión Europea de Investigación (DEI) emitida por las autoridades alemanas.
En concreto, la petición viene de la Fiscalía de Braunschweig, que instruye diligencias preliminares contra Brückner, de 48 años, declarado en 2020 principal sospechoso del secuestro y asesinato de Madeleine McCann, aunque todavía no ha sido acusado formalmente.
Brückner se hallaba en las proximidades cuando la niña desapareció, según la señal de su teléfono móvil, y hay un testigo que asegura que el sospechoso le confesó el asesinato de la pequeña, pero de momento no existen pruebas suficientes para acusarle formalmente.
En estos momentos, el sospechosos cumple una pena de siete años de prisión por la violación en 2005 de una mujer estadounidense, también en el sur de Portugal, que podría dejarlo en libertad en septiembre de este año tras ser absuelto de otros cargos de violación y abuso sexual infantil en octubre de 2024.
EFE