
Agentes federales allanaron el jueves una enorme granja de cannabis en el sur de California, donde se enfrentaron a manifestantes y detuvieron a varias personas, en el último enfrentamiento en un estado que se ha convertido en un punto álgido de la agenda migratoria del presidente Donald Trump.
Imágenes tomadas por medios de comunicación locales desde helicópteros mostraron a los agentes disparando gases lacrimógenos y munición antidisturbios durante la operación en Camarillo, California. Los agentes “ejecutaban órdenes de registro criminal”, dijo en las redes sociales Tricia McLaughlin, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional.
Rodney Scott, comisionado de Aduanas y Protección de Fronteras, dijo en las redes sociales que en una de las instalaciones allanadas el jueves se encontraron “10 menores”, ocho de ellos no acompañados, y que todos ellos estaban en el país ilegalmente.
La operación federal del jueves fue la última de una serie de redadas migratorias que han desencadenado manifestaciones y provocado el pánico en comunidades latinas de California, y han dado lugar a una demanda federal contra el gobierno de Trump para que las detenga. Algunos legisladores republicanos también han rogado al presidente Trump que centre los esfuerzos de aplicación de la ley en los migrantes con antecedentes penales.
Los agentes federales acudieron el jueves a varias instalaciones de cultivo de cannabis propiedad de Glass House Farms. Además de las instalaciones de Camarillo, que se extienden a lo largo de unos 510,000 metros cuadrados en el condado de Ventura, también hubo una redada a más de 56 kilómetros de distancia, en la granja de la empresa en Carpinteria, California, dijeron medios de comunicación locales y grupos de defensa de los derechos de los migrantes.
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