El pueblo indígena yanomami en Venezuela, enfrenta una de las peores crisis sanitarias de su historia, con un colapso total del sistema de salud en sus territorios.
Por: Survival International
Enfermedades tratables como la malaria, la tuberculosis y la neumonía están causando numerosas muertes, especialmente entre niños y ancianos, mientras las comunidades denuncian la falta total de medicamentos, médicos y transporte aéreo para emergencias.
La situación fue evidenciada por un agente sanitario yanomami que, en un desesperado video, alertó sobre la muerte de niños por diarrea y fiebre sin ningún tipo de atención oficial.
Entre 2022 y 2024, al menos 500 yanomamis habrían muerto solo en la región de la Sierra Parima. La desnutrición también se ha generalizado, debido a que los brotes constantes de enfermedades han mermado la capacidad de las familias para cazar, pescar o cultivar.
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A esta tragedia se suma la presión constante de los mineros ilegales que operan impunemente en la zona, incluso en lugares emblemáticos como Haximú, escenario de una masacre en 1993.
Organizaciones como Survival International y SOS Orinoco, denuncian que la expansión minera, impulsada en parte por bandas armadas y narcotraficantes, ha traído consigo violencia, desplazamientos forzados y asesinatos de líderes indígenas como Joaquín Hernández y Virgilio Trujillo.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) alertó recientemente sobre el deterioro de las condiciones sanitarias y el abandono estatal en estos territorios.
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