
Mientras finalizaba la construcción del nuevo centro de detención de inmigrantes de Florida, Alligator Alcatraz, se transportaban elote, churros y churrasco para alimentar a la fuerza laboral.
Por El Nuevo Herald
Esta semana, se contrataron camiones de comida, conocidos y apreciados por los miamenses, para alimentar a los trabajadores encargados de la construcción del centro de detención de 1,000 camas en una antigua pista de aterrizaje en los Everglades. Los camiones de comida, que habían estado llegando entre el frenesí de contratistas y las visitas de políticos, incluido el presidente Donald Trump, incluían el camión mexicano Elote Lovers, la franquicia de dulces venezolanos Churro Manía y la carne argentina de Che Grill.
Junto con ellos, el favorito local, Ms. Cheezious, que recientemente cerró su local físico en Biscayne Boulevard, y Kona Ice, un vendedor de helados de sabores que es un pilar en las fiestas de cumpleaños elegantes, fueron vistos pasando por la entrada del centro de detención esta semana.

“Les encanta nuestra comida, pero odian a nuestra gente”, escribió el usuario de TikTok @ocozalez en una publicación que documentaba la entrada de los vendedores a la obra. Los comentaristas expresaron su indignación por el hecho de que los vendedores contrataran sus servicios para un proyecto que podría afectar a los inmigrantes hispanos. “¿De verdad celebran con la comida de la misma gente a la que están encerrando?”, preguntó un comentarista.
La razón para contratar varios camiones de comida especializada en comida hispana era obvia para Gonzalo Cárdenas, dueño de Che Grill. Casi todos los trabajadores de la construcción eran hispanos, declaró al Miami Herald. “Todos hablaban español”, añadió.
Según Cárdenas, quien envió a su hijo y a otro trabajador a Alligator Alcatraz, el camión de comida estaba estacionado fuera del área de alta seguridad y a su equipo no se le permitía salir de ese espacio. Su hijo, Valentín, le dijo que el centro de detención parecía muy organizado.
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